El viernes antes de irnos de vacaciones de Semana Santa Guillermo nos enseñó una canción con la que podemos jugar. Consiste en pasarse un limón al ritmo de la música y cuando acaba la canción el niño o niña que se ha quedado con el limón en la mano tiene que decir una fruta. Después, se vuelve a empezar y al niño que le toca tiene que decir la fruta que ha dicho su compañero y otra nueva. Así sucesivamente, de modo que al final hay que recordar varias frutas y el juego se hace cada vez más difícil.
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